Pensamientos...

Me ha llamado la luna ésta noche despejada y me ha dicho que mañana volverá a alumbrar la ventana de mi cuarto. 

Cada noche que la veo su luz me tranquiliza, me da ánimo para seguir hacía otro día que va llegando despacio, ¿qué me traerá de nuevo?, ¿será un día de rutina sin más?, sólo pido que no sea peor que el anterior, todas las noches lo deseo con todas mis fuerzas porque la vida es tan cambiante a veces y a mi edad los sobresaltos no los llevo bien, tampoco es que me agrade hacer siempre lo mismo pero que lo nuevo no sea muy malo porque los nervios traicionan enseguida y cuando los tenemos “tocados” nos dan malas pasadas.

Deberíamos de aprender (una ya tiene años para haberlo logrado pero por desgracia no ha sido así) que cuando nos viene algo “regular” ya que si es muy malo quizás es comprensible que resulte difícil poderlo llevar bien, con el tiempo se supera gracias a Dios pero cuando no tiene tanta importancia ¿porqué se la damos más de lo que merece?, ¿porqué no pensamos que existen cosas mucho peores y que no merece la pena pasarlo mal por tonterías?, nosotros mismo nos lo decimos y los que tenemos al lado también pero no hay manera, QUE DISGUSTO MÁS GRANDE.

Lo curioso es que cuando eso mismo les pasa a otras personas les damos lecciones de paciencia,

NO TE PREOCUPES QUE ESO SE ARREGLA ENSEGUIDA, NO TIENE IMPORTANCIA, HAY COSAS PEORES EN LA VIDA,

ya… ¿y cuando nosotros se la damos no es igual?. Que fácil es decirlo y qué difícil hacerlo pero es que somos así, quizás no todos eso desde luego pero yo hablo de mis experiencias y la mayoría de las veces ha pasado.