lunes, 1 de mayo de 2023

Los años han ido pasando

Los años han ido pasando poco a poco aunque ahora ya con una edad avanzada parece que pasan más rápidos, hay momentos que deseas que sea así porque la angustia te hace impaciente para poder dejarla atrás y otros preferirías que pasaran más despacio para disfrutarlos pero no podemos controlar el tiempo, los días tienen 24 horas y cada hora 60 minutos y por eso tenemos que cronometrar nuestras emociones al 100%.

Cuando eres joven no le das importancia al paso del tiempo pero ya a nuestra edad piensas que no tienes demasiadas expectativas de vida, nadie sabe cuando llega esa hora de la despedida pero si que está uno seguro de que todo tiene un límite y ese dichoso límite está llegando. Te duele por tu familia y la gente que te quiere pero la vida es así, todo tiene su principio y su fin y las nuevas generaciones van llegando y nosotros vamos dejándoles el espacio que les pertenece.

Has visto crecer a tu hijos, luego a tus nietos y compruebas que ya te estás haciendo mayor, que ellos están ahora disfrutando de lo que tu viviste LA JUVENTUD divino tesoro y que cierto es, cuando la vas perdiendo es cuando te das cuenta de lo que significa ser joven. Ves las fotos de aquellos años y compruebas que aunque ya eres mayor TAMBIÉN FUISTE JOVEN que esos años han quedado ya atrás, muy atrás, demasiado.


La verdad que lo que estoy escribiendo parece todo muy negativo, que el llegar a esta edad es un desastre y que todo ya se ve negro pero tampoco es eso, tenemos que apreciar también que otros por desgracia se fueron muy jóvenes y que no pudieron disfrutar tan siquiera de esa juventud, ni disfrutar de unos hijos ni de los nietos que pudieran haber tenido, o quizás no, nunca se sabe porque cada uno elige la vida que más le apetece, casarse o no casarse, tener hijos o no tenerlos eso ya es cosa de lo que se desee.

Yo me casé joven, tuve mucha suerte con mi matrimonio aunque no todos los años que duró fui feliz, las depresiones me hicieron pasarlo mal durante bastantes años pero nunca me faltó esa persona a mi lado, jamás. Eso quedó atrás pero cuando pude vivir un tiempo más feliz y relajada Dios quiso que él se fuera, parece que cuando ya todo estaba pasado y el ya me había ayudado todo lo que yo necesitaba, tenía que irse de mi lado, sin decirme nada, sin darse cuenta, sin tan siquiera mirarme, solo cerró los ojos y ya se alejó de mi lado, en silencio y tranquilo como el siempre decía quería irse de nuestro lado.

Así es la vida, esta dichosa vida que a veces es tan dura y tan complicada de poder llevarla. Muchas veces pensamos si habremos hecho algo malo para que nos pasen tantas cosas desagradables pero no es ese el motivo, solo es que cada uno nacemos con un destino ya escrito (eso dicen) y ese dichoso destino unas veces es muy puñetero.


 ME GUSTÓ MUCHO LO QUE ABAJO COPIO, LO ENCONTRÉ EN INTERNET Y ES PALABRA POR PALABRA LO QUE UNO SIENTE CUANDO HA PERDIDO A ALGUIEN MUY QUERIDO:
No hay nada más difícil que despertar cada mañana recordando que quien tanto has amado ha muerto, que se ha ido para siempre. No sabes cómo enfrentar la soledad, no sabes qué pasará con tu vida, pues nunca te esperas que de la noche a la mañana puedas perder a quien tanto amas.
Luto por tu muerte, luto por tu marcha, luto por tu fallecimiento

“Éramos muy felices, nuestras charlas eran de grandes y pequeñas cosas, todo parecía tener importancia para ti, y así me lo transmitías. Tenías bondad para todo aquel que te necesitaba, hoy es muy triste saber que ya no estás. No sé cómo podré superar tu muerte, ni si podré lograrlo… Dicen que poco a poco se superan las etapas del luto, pero yo ahora sólo quiero llorar cuando te recuerdo.”

La experiencia que se vive tras la partida de alguien cercano y amado es algo muy complicado, y mucho más si no lo tenías previsto.
¿Pero quién es dueño de la vida? Sólo Dios.
Solamente Dios sabe el porqué de las cosas.
Lo primero que te pasa por la cabeza es no aceptar el hecho de que ha fallecido. Crees que es un sueño, que mañana despertarás con la buena noticia de que está ahí, al otro lado de la línea de teléfono, dispuesto a hablar contigo para que no te preocupes más…
Es especialmente desolador cuando alguien muere y no has tenido tiempo de abrazarle, tiempo de despedirte y de decirle cuánto le amabas. Pero gracias a Dios, sientes el consuelo de que aunque no se lo pudiste decir del modo que lo harías ahora, ya se sabía amado por ti. Sabes, que aunque pudiese pasar mucho tiempo sin saber el uno del otro, había un fuerte lazo de amor que te llevaba a presentirlo aún sin verlo.
Hay luto en mi corazón. Me cuesta aceptar tu muerte, quiero creer que es un sueño, que mañana despertaré y tú estarás aquí. ¿Por qué te fuiste tan pronto? No me diste tiempo a decirte todo cuanto te amé.
Después de aceptar que ya no está, que ha muerto, vienen las lágrimas ¡y muchas! El corazón se te cae a pedazos, no sabes cómo comenzar el día, cada vez es más fuerte el dolor y menor la comprensión de las personas que te rodean porque nadie puede entender que no importa lo vivido entre los dos, no hay consuelo posible.
Perder a un ser amado es muy duro, es casi cotidiano leer y escuchar sobre la muerte de otras personas, pero jamás piensa que un día llegue a ser algo tan cercano y personal. No hay un dolor más grande que el de perder a un ser amado, nada más duro que encontrarte llorando cada amanecer sin saber cómo detener las lágrimas. Tu pecho se oprime y los días se hacen cada vez más lentos y grises.
Pero los que somos cristianos sabemos que la muerte no es el último paso que daremos. Quien falleció está con nuestro Señor, y desde allí nos enviará toda su paz. Dios nos dará todo cuanto necesitemos, los que vivimos en el camino del Señor, sabemos y creemos en la vida eterna. Y esa es la esperanza que tenemos, que un día volveremos a verle y nuestro encuentro será mucho más lindo.
Hoy comprendo el dolor de la pérdida. Aún no logro aceptarlo, pero de a poco lograré caminar sabiendo que está sentado en la mesa del Señor, ¿qué gran privilegio, verdad?
Hoy sólo queda esperar que el tiempo haga lo suyo y traiga paz, porque mientras permanezca en nuestro corazón y mente, su marcha sólo habrá sido en cuerpo. Pues estará siempre en cada rosa del jardín, en cada copo de nieve que cae, en cada gota de lluvia que se pose sobre mí… siempre estará.
Cada vez que nombremos a esa persona seguro que estará mirando
y deseando que estemos bien, que no le lloremos,
pues estará en paz con Dios y mucho más con todos lo que amó…
Absorberemos el dolor pero también le daremos alas para que vuele en paz.
Dios nos cuide y de fuerzas ante la adversidad.
Autor Shoshan: Fuente:

No hay comentarios:

Publicar un comentario