lunes, 11 de septiembre de 2023
Extraño una parte de mí, esa que se fue contigo
Dicen que el tiempo todo lo cura, pero no puedo evitar sentir que me falta algo desde que te fuiste. Aquella parte de mí que se llevó consigo todos esos momentos compartidos y sueños que ahora solo viven en los rincones de mi memoria. La nostalgia me envuelve, y mis pensamientos siempre vuelan hacia ti, buscando respuestas a preguntas que sé que nunca obtendré.
Recuerdo cuando estábamos juntos, éramos uno solo. Compartíamos risas, lágrimas y abrazos que parecían nunca terminar. Cada día a tu lado era un regalo, una aventura que no quería que acabara nunca. Pero el destino nos jugó una mala pasada y tuvimos que separarnos. El amor no siempre es suficiente para mantener unidos a dos corazones destinados a seguir caminos diferentes.
Ahora, miro alrededor y veo un vacío en mi vida. Aquella parte de mí que se fue contigo se ha convertido en un espacio deshabitado, en un pedazo de mi ser que se niega a ser llenado. Intento ocupar mi tiempo con actividades, con amigos, con nuevas experiencias, pero siempre siento tu ausencia. Es como si mi alma no estuviera completa, como si algo esencial me faltara.
La tristeza se convierte en mi compañera más constante. Me pregunto cómo es posible extrañar tanto a alguien que ya no forma parte de mi vida. Me cuestiono si alguna vez encontraré a alguien capaz de llenar ese hueco que dejaste en mi corazón. Pero, al mismo tiempo, sé que es importante aprender a vivir sin ti, a aceptar que las personas vienen y van, y que el verdadero amor también implica dejar ir cuando es necesario.
A veces, me encuentro releyendo nuestras viejas cartas o viendo fotografías de aquellos momentos felices. Me sumerjo en un mar de recuerdos que me hacen sonreír y llorar al mismo tiempo. Pero, a pesar del dolor, agradezco haber tenido la oportunidad de compartir mi vida contigo. Agradezco haber experimentado el amor en su máxima expresión, aunque sea efímero.
Sé que el tiempo seguirá pasando y que poco a poco la herida irá sanando. Sé que llegará el día en que logre recordarte sin sentir ese agudo dolor en el pecho. Hasta entonces, seguiré extrañando esa parte de mí que se fue contigo, pero también continuaré construyendo mi camino y aprendiendo a ser feliz sin ti.
Tal vez algún día nuestros caminos vuelvan a cruzarse, y en ese momento sabré si la parte que me falta regresará a mí. Hasta entonces, guardaré en mi corazón los momentos vividos, los buenos y los malos, porque todos formaron parte de nuestra historia. Extrañaré esa parte de mí, pero también aceptaré que la vida sigue y que el amor se encuentra en cada esquina, esperando ser descubierto una vez más.
El sabio siempre quiere aprender, el ignorante siempre quiere enseñar.
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