viernes, 7 de julio de 2023

Carta para mi esposo

Querido Antonio:

Hoy me siento aquí, con el corazón lleno de amor y añoranza, tratando de encontrar las palabras adecuadas para expresar todo lo que siento desde que te fuiste. Ha pasado un tiempo desde que te marchaste, pero cada día sigo sintiendo tu presencia en mi vida de diferentes maneras.

La vida sin ti no ha sido fácil. Extraño tu sonrisa cálida, tu abrazo reconfortante y el sonido de tu risa contagiosa. Cada momento compartido a tu lado fue un regalo precioso que atesoro en lo más profundo de mi corazón. Aunque ahora estés fuera de mi alcance físicamente, quiero que sepas que sigues siendo parte de mí, parte de nuestra historia y parte de nuestro amor que siempre será eterno.

Recuerdo todos los sueños que compartimos juntos, las metas que nos propusimos y las alegrías que experimentamos en cada paso del camino. Me esfuerzo por seguir adelante, aunque a veces se sienta como si me faltara una parte de mí. Me animo recordando tus palabras de aliento y tu fuerza interior, que siempre me inspiraban a superar cualquier obstáculo.

Los días buenos y los días difíciles se han vuelto una montaña rusa emocional para mí. Hay momentos en los que la tristeza me abruma y solo quiero volver a encontrarte. Pero también hay momentos en los que encuentro la fuerza para seguir adelante, sabiendo que tú querrías eso para mí. Me has dejado un legado de amor y coraje, y prometo honrarlo viviendo mi vida al máximo.

Nuestros hijos también te extrañan profundamente. Han crecido sin la figura paterna a su lado, y aunque he tratado de ser madre y padre para ellos, no puedo llenar completamente el vacío que dejaste. Pero estoy decidido a ser una guía amorosa ya mantener vivo tu espíritu en su vida. Cada vez que miro sus rostros, veo tus ojos y siento tu amor incondicional.

A veces me pregunto cómo sería la vida si aún estuvieras aquí. Me pregunto qué consejos me daría cuando me siento perdida o qué abrazo me daría cuando estoy luchando. Sin embargo, en lugar de lamentar lo que no puede ser, trato de recordar lo afortunada que fui de haber compartido mi vida contigo. Cada recuerdo, cada experiencia, es un tesoro que nadie puede arrebatarme.

Querido, aunque ya no estés físicamente a mi lado, siempre te llevaré en mi corazón. Has dejado una huella imborrable en mi vida y en la vida de todos aquellos que te conocieron. Tu amor y tu luz siguen brillando en cada rincón de mi existencia, guiándome y dándome fuerzas para enfrentar el futuro.

Te amo más de lo que las palabras pueden expresar y siempre te amaré. Espero con ansias el día en que nos volvamos a encontrar, cuando podamos abrazarnos y compartir nuestros sueños una vez más. Hasta entonces, viviré mi vida con gratitud y valentía, sabiendo que llevas un pedacito de mí contigo, al igual que yo llevo un pedacito de ti en mi corazón.

Con todo mi amor, tu esposa María.

No hay comentarios:

Publicar un comentario