Adiós, dulce amor, llegó el momento, en que nuestras almas deben separarse. El destino nos lleva por caminos distintos, y aunque duela, debemos aceptarlo.
En tus brazos encontré la felicidad, y en tus ojos el brillo del amor. Pero ahora debo decir adiós, y dejar atrás todo lo que conocí.
Las lágrimas caen por mis mejillas, mi corazón se rompe en mil pedazos. Pero sé que es necesario este adiós, para encontrar mi propio camino.
No olvidaré los momentos compartidos, los abrazos cálidos y las risas sinceras. Guardo en mi memoria el amor que vivimos, aunque ya no estemos juntos, perdurará.
Así que adiós, mi amado, mi eterno amor, te llevo en el fondo de mi corazón. Quizás algún día nuestros caminos se crucen, pero por ahora, es hora de decir adiós.
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