domingo, 13 de diciembre de 2020

Qué hacer cuando estás triste



Todos tenemos momentos de tristeza. Es imposible pasar toda nuestra vida sonriendo ya que hay cosas que no son como uno muchas veces quisiera. Los momentos de tristeza ayudan también a apreciar más los momentos de felicidad, a no acostumbrarnos a ella. Sin embargo, a nadie le gusta estar triste, por lo que es bueno saber qué hacer cuando uno se encuentra en ese estado de ánimo, ya que de no saber controlarla, se puede correr el riesgo de caer en depresiones, las cuales pueden tener como consecuencias: problemas de salud, escolares/laborales y familiares.

Independientemente de la razón de nuestra tristeza, lo mejor que se puede hacer para superarla es:

Llora. Puede sonar un poco obvio o hasta tonto, sin embargo muchas personas reprimen el llanto por orgullo o por vergüenza. El llanto es una expresión tan natural del humano como lo es reirse. El llorar permite a las personas desahogarse y es bueno para la salud.

Duérmete. Si tienes oportunidad de dormirte un rato, hazlo. Al dormirte despejas tu mente de todos esos recuerdos y pensamientos que te hacen sentir triste. Al despertar estarás más tranquilo(a) y relajado.

Báñate. Después de dormirte un rato, nada mejor que un baño. Aparte de haber despejado la mente, el meterte a bañar hará que te sientas con más energía y sobre todo a que estés mucho más a gusto.

Escucha música. Escucha música alegre y movida; de preferencia música que te den ganas de bailar. Evita canciones que hablen de la situación que estás pasando ya sea un desamor, la muerte de alguien cercano, etc. Sé que es muy tentador escuchar este tipo de canciones cuando a le llegan a uno, pero el problema es que sólo te hará pensar más en la situación que te entristece.

Juega con matemáticas. Las matemáticas tienen la característica de hacerte usar gran parte de tu capacidad mental, por eso si lo que te pone triste es un pensamiento constante de alguna situación y no puedes dejar de pensar en ella, juega con las matemáticas y te despejarás. Ejemplo de esto, es repetir la tabla del 9, acordarte cuántos focos tienes en tu casa, ponerte a contar el número de señales de una calle, sacar cuentas de tus finanzas, etc.

Habla con amigos. Nada mejor que compartir tus penas. Las ventajas de poder estar con tus amigos es que aparte de confiar eso que te agobia, seguramente tus amigos una vez enterados de tus problemas no te dejarán que estés mucho tiempo pensando en eso y te motivarán a distraerte haciendo algo.

Sal. Lo peor es quedarte solo en casa. Sal a la calle para que te distraigas, ve a algún centro comercial, ve al cine, come o cena esa comida que tanto te gusta, si tienes dinero cómprate algún capricho que no te has cumplido. Estos pequeños detalles ayudarán a suavizar tu tristeza. Ve a todas las personas que se encuentran a tu alrededor y piensa en todos los problemas que pueden tener todos y cada uno de ellos, y a pesar de todo se encuentran ahí continuando con su vida.

Piensa en algún ídolo o ejemplo. Hay personas que admiramos en nuestra vida que muchas veces han vivido cosas iguales o mucho peores que las de nosotros y su fortaleza hace que no se la pasen tristes o deprimidos. Piensa en ellos e intenta imitarlos, recuerda que eres mucho más fuerte que cualquier cosa que te pueda entristecer por un momento.

¡Haz ejercicio! Sal a caminar, vete al gimnasio o a jugar futbol, basket o lo que te guste. El ejercicio libera endorfinas, las cuales también son llamadas “Hormonas de la felicidad”, y son las mismas que se liberan al reir, al besar, acariciar, al tener contacto con la naturaleza, etc.

Repítete palabras de motivación. Nadie mejor para darte ánimos que tú mismo, repite en tu mente frases como: ¡Ánimo, por peores has pasado! ¡Nada vale tu tristeza! ¡Eres mucho más fuerte que eso por lo que estás triste! ¡Hoy eres la persona más feliz del planeta!

Recuerda que todo pasa por algo. Este pensamiento, sin dudas, es el más importante que uno puede tener en los momentos de tristeza. Siempre viene algo mejor que eso malo que nos está pasando, sólo es cuestión de tener calma y de recordar que la felicidad y la alegría se encuentra en nosotros mismos, que es el camino y no el destino.

Y tú, cuando estás triste ¿qué haces?

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